Comunicado Mantas:
"Un día como cualquier otro, brilla el sol y Anita y yo salimos de la casa para ir al pueblo de al lado. Anita necesita un inhalador nuevo, así que llamamos a la farmacia para recoger uno. Es cuando todo cambia. Empiezo a experimentar lo que solo puedo describir como indigestión, pero luego el dolor empeora. Decidí volver al coche y esperé, pero para este momento, el dolor es insoportable. El personal de la farmacia me ayudó a salir del automóvil y llevarme de vuelta al interior. Llamaron a una ambulancia. Al llegar, me llevan a la ambulancia para que me monitoricen y evalúen. El dolor no disminuye de ninguna manera, y entonces llaman a un médico. Cuando el médico llega con una enfermera, inmediatamente me conecto a un ECG y me dan la noticia de que parece que dos válvulas en mi corazón están bloqueadas.
Lo que pasó a continuación es fácilmente la experiencia más aterradora de mi vida. Recuerdo que llamé a Anita y luego escuché mi propia voz que decía: “¡Pelea, joder! ¡No te atrevas a rendirte! ¡Combátelo!’ Y luego, nada.
Me han dicho que los sanitarios y el médico lucharon por poco más de cinco minutos para traerme de vuelta… Esencialmente, había muerto en la ambulancia.
Cuando me estabilicé lo suficiente como para moverme, me trasladaron a la unidad de cuidados coronarios de Leiria, donde intentaron introducir un stent para desbloquear las arterias. Sin embargo, no funcionó, por lo que el siguiente paso iba a ser un doble bypass.
Después de un par de días de observación y todo tipo de medicamentos para mantener todo en equilibrio, me trasladaron a la unidad cardiotorácica de Abrantes para esperar el traslado a Lisboa para un bypass cardíaco doble.
Ahora estoy en casa descansando y recuperándome, caminando y aumentando poco a poco mis fuerzas. A partir de hoy, será interesante pasar por la seguridad del aeropuerto ya que mi esternón está fijado con acero quirúrgico.
Han pasado cosas estas últimas semanas y me ha resultado muy difícil aceptarlas, pero está mejorando. Simplemente no sé dónde ni cómo comenzar a dar las gracias a todos los médicos, enfermeras o trabajadores de la salud que han desempeñado algún papel, no importa cuán pequeño sea, para ayudarme a recuperarme de esto. Todavía hay un camino por recorrer, pero sigo siendo positivo.
Mi agradecimiento y mi amor duradero son para Anita, quien ha estado conmigo en cada paso del camino. Mi hermano Tony Dolan, quien al enterarse tomó el primer vuelo disponible para estar a mi lado. Mis vecinos y amigos en nuestro maravilloso pueblo que, a pesar de las barreras del idioma, han mostrado tanta preocupación y compasión.
Espero verlos pronto en un escenario en algún lugar del mundo, mis amigos.
Máximo respeto, Jeff"
