METAL TROOPER PALENCIA: LIV KRISTINE - Libertine (2012)

miércoles, 19 de septiembre de 2012

LIV KRISTINE - Libertine (2012) - Crítica

Liv Kristine - Libertine

Noruega

Napalm Records

Editado el 7 de Septiembre de 2012

Estilo: Pop / Rock

Una de las voces más perfectas en el mundo del Metal, la genuina y gran vocalista noruega LIV KRISTINE nos la vuelve a meter doblada y ya van dos ocasiones en un corto período de tiempo. Estamos ante otro tostón que coquetea con el Pop Rock que bien puedas hallar en cualquier emisora cutre de las que tanto se vanaglorian algunos como lo más destacado del panorama musical.

Poco mejor que su anterior obra, tan solo podemos hablar de leves mejorías con respecto a su patético “Skintight” de hace dos años… y siendo sinceros, esa leve mejoría no puede ser catalogada como ostensible.

Una cosa es que digas “que no todo es tralla en esta vida”, y otra bien diferente es que te vayas por derroteros que son más bien vergonzosos si lo que quieres es Metal. Soy de los que piensan que cada músico con su carrera puede hacer lo que le de la real gana, lo único que pido es que no nos tomen el pelo vendiéndonos la moto y aprovechando su situación como gran cantante, queriéndonos colar este petardazo de álbum. Seré más explícito, ¿qué puñetas hacen esta clase de discos en catálogos específicos del Metal que todos conocemos?...

Centrándonos en este “Libertine” como ya he dicho al principio, se destila un mayor interés por ofrecer algo más de presencia rockera que en su trabajo de 2010 aunque se producen altibajos en cuanto coges un poco el tranquillo a este compacto, cuando empiezas a animarte, hostión al canto y aburrimiento con baladas sin espíritu… eso en el mejor de los casos.

De todo el conglomerado de canciones tan solo salvas dos o tres sin ir más lejos, lo cual es promedio muy flojo para una artista de este calibre. El sonido cristalino y la tesitura de las canciones siguen los parámetros en líneas generales de anteriores obras sin aportar material que remueva tú interior.

Empezamos con INTERLUDE a modo de extensa intro que más o menos te prepara para el sopor más absoluto, la que te espera… Demasiada calma para introducirnos de lleno en la personalidad del propio álbum con apenas un bajo como elemento diferenciador.

Menos mal que SOLVE ME arranca un poco mejor con la batería y el candor de la vocalista noruega que arrastra una aburrida estrofa, mejora la situación con la llegada de un gran estribillo. Este será una de las particularidades más reseñables de todo el compacto lo que dice poco a favor del mismo. Hay un pequeño fragmento en el que los toques semi orquestales quieren elevar la personalidad de la obra sin conseguirlo. Esto es un arquetipo de lo más “cañero” que hallarás en “Libertine”.

Con ganas de obtener un mayor rédito siempre esperas que las cosas vayan a mejor, pues nada mi querido lector. Balada que te crió y SILENCE nos interna en el mundo de la pasividad total. El único punto positivo es la calidad de los registros vocales de Liv Kristine que domina a la perfección en este y otros campos. Piano y un tenue violín serán los fieles acompañantes de la cantante.

Bueno, nos recuperamos con una de las piezas más destacables que se titula VANILLA SKIN DELIGHT en la que cuenta además con presencia masculina como invitado. Se trata del ganador alemán del programa “Pop Idol” de 2006, Tobias Regner que realiza un buen papel conjugando con gran acierto las dos voces. Aquí se muestra una tesitura musical que debería ser generalizada pero que por desgracia encontraremos con cuentagotas. Es una canción mucho más dinámica que en el estribillo te hará recordar mejores instantes de la cantante afincada en Alemania.

Y venga… más medios tiempos en plan balada, ahora que daba la sensación que las cosas irían a mejor… ¡buf!. PANIC, excelente título porque es lo que me está empezando a dar este redondo. Un tema soporífero sin apenas un fleco al que agarrarse excepto unas débiles guitarras que interactúan con Liv Kristine.

Como ya os he mencionado antes, los altibajos están a la orden del día. De este modo PARIS PARIS se convierte en otro de esos temas que merece la pena prestar atención por su motivación intrínseca y sobre todo, por ser diferente y muy original. Es una composición rockera con ese toque tan personal que Liv da a sus obras y ante todo, muy ágil y precisa.

Lo dicho, ahora toca pasividad… de la mano de WAIT FOR RAIN que en última instancia por lo menos se puede extraer una estupenda melodía vocal que dará forma y vida a esta obra cuando menos interesante. Tanto la estrofa como el estribillo gozan de una naturalidad innata que salva la canción del tedio más completo.

Campanas y piano para otra balada… esta mujer no se cansa nunca… estamos ante LOVE CRIME que por fortuna tan solo dura dos minutos. Piano y la bonhomía de Liv harán el resto en otra canción que no contribuye a relativizar calidad o empaque al álbum y que va sumiendo más y más al oyente hacia un estrepitoso fracaso.

Vamos con la pieza que da nombre al disco y que por fortuna se salva de la criba, LIBERTINE. Una gran obra con sentimiento y enraizada en su estilo más característico con una estrofa en la que el bajo y la batería rematan un buen ritmo a la par que la guitarra ofrece emotividad a través de una simple melodía. Los momentos más estelares llegan con un magnífico solo de guitarra junto a los estribillos que Liv maneja a su antojo con gran aptitud y desenvoltura.

Nos vamos acercando con paso lento al final de este trabajo y como era de esperar tras un buen tema… somnolencia asegurada. MEET ME IN THE RED SKY une la mezcolanza entre violines y piano que entonarán unas notas agradables que tratan de rescatar al oyente ante la pesadez interminable y que a estas alturas se hace muy cuesta arriba.

Ponemos ya el punto y final con THE MAN WITH THE CHILD IN HIS EYES que nos presenta más de lo mismo. Piano y el inconfundible tono vocal de Liv Kristine que nos irá derrotando por completo con piezas de entorno y trasfondo meloso, demasiado predecible.

Menudo turrón de terribles consecuencias… para los aficionados poperillos, amantes de la tranquilidad y el regocijo más facilote que puedas echarte a la cara. Nos ha repetido la misma jugada excluyendo pequeños puntos que no sirven tampoco de mucho. No negaré que tampoco sea algo que nos pille de sorpresa pero un poco más si se podría haber esmerado.

Lo siento pero con todo el dolor tengo que decir que este disco es infumable. Terminaré del mismo modo a como lo hice en la crítica de su “Skinthight” que publiqué en Agosto de 2010 y que se puede aplicar de modo veraz a este lanzamiento de 2012…

“Como vocalista yo me quedo sin ningún género de duda con los trabajos de sus “Leave’s Eyes” y por supuesto, los primeros de los “Theatre Of Tragedy”. Cuando veáis en los catálogos esta referencia tened cuidado, nada de Gótico, nada de Metal Sinfónico ni hostias…. Pop Rock Meloso de toda la vida.”

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