miércoles, 25 de abril de 2012

RUNNING WILD - Shadowmaker (2012) - Crítica


Running Wild - Shadowmaker
Alemania
SPV /Steamhammer
Editado el 23 de Abril de 2012
Estilo: Hard Rock / Heavy Rock

     


Tremenda y nefasta desilusión la que me he llevado esta vez con los piratas del metal, toda una leyenda del Heavy Metal, los RUNNING WILD.

Cuando en 2009 nos sorprendieron a todos con la noticia en la que el líder indiscutible del navío Rolf Kasparek anunciaba que separaba a los Running, todos nos quedamos con el alma en vilo pues nadie esperaba una luctuosa medida como aquella. El directo del Wacken vino a saciar las ansias de un nuevo material y la elección de temas de aquel “live” fue estupenda con grandes clásicos, las canciones que de verdad siempre han gustado al público del Metal en líneas generales.

Cierto es que los últimos años no habían sido muy esperanzadores con discos flojos que estaban derivando hacia un Hard Rock muy del gusto de Rolf, en detrimento de las canciones leñeras a lo Speed Metal que tanto cautivaron en los ochenta y principios de los noventa. Si a ello le añadimos la falta de unidad con músicos “de paso” más que de unidad grupal, obtenemos un efecto no deseado que se notó y mucho a comienzos del 2002.

Todos creíamos que el barco nunca levaría anclas pero hete aquí, que durante finales del año 2011 el capitán Rolf decide resucitar a Running Wild y la verdad… para sacar “Shadowmaker” mejor que se hubiera quedado en Port Royal de borrachera o que hubiese hundido el barco a hachazos.

Estamos sin ninguna duda, ante el peor disco de los Running Wild en toda su historia, el más flojo y carente de espíritu de cuantos ha editado a lo largo de los más de 30 años que lleva navegando en los mares del Heavy Metal. Y que nadie me cuente lo contrario o quiera disfrazar una realidad palmaria como la vida misma.

Trataré de ir por partes; cuando ví por primera vez la portada creía que se trataba de una broma de mal gusto o la típica sorpresa que te preparan los grupos para mantener en secreto sus diseños finales… nada más lejos de la realidad. Esa pijada que se parece a una pantomima de Darth Vader sacada de cualquier serie estúpida japonesa no es digna de ser una portada majestuosa como las de antaño. Es lo que yo llamo en términos coloquiales… una puta mierda… mal empezábamos Damas y Caballeros… mal empezábamos. Sigo siendo incapaz de ver una conexión directa de la portada con el contenido musical por mucho que se esmeren algunos en hacerlo ver, esta situación no tiene ni pies ni cabeza.

Lo que no logro vislumbrar es por qué no ha utilizado algunos de los diseños interiores para la portada, como por ejemplo “Riding On The Tide” con un barco en una onda tipo “Under Jolly Roger” pero más moderno y con un color azulado bastante guapo. No lo comprendo, si alguien tiene la amabilidad de explicármelo estaré encantado de oírlo.

Al menos me quedaba la esperanza del plano musical que realmente es el que nos importa pero joder… para que pensaría yo algo cañero y contundente… todo lo diametralmente opuesto… sólo hay cuatro temas que merezcan la pena, el resto es insulso, sin espíritu, rockero simplón, sin alma…

Para que nos hagamos una idea, hasta el propio Rolf ha reconocido que quería distanciarse un poco hacia planos más Hard Rock que los típicos sonidos Running Wild 100%, al menos lo ha aseverado. Gesto que lo honra como músico puesto que es algo que por desgracia muchos artistas se obcecan en no querer asimilar… “los temidos cambios”.

En cuestión de sonido ha querido regresar a los tiempos de “The Brotherhood” con una clara conexión de aquel estilo pero es que encima… ha ido a elegir la peor clase de temas que en ese compacto se hallan, véase el caso de “Detonator” por enumerar un ejemplo. Lo que llama la atención es que el redondo comienza muy bien con canciones más lentas que en otras ocasiones pero con una pegada importante. Luego irá en picado hasta el aburrimiento total salvándolo de la catástrofe más absoluta el último tema llamado “Dracula”.

Sigue sin una formación estable con músicos de sesión y en el que ha colaborado Peter Jordan, guitarrista de las últimas oleadas de ataques en directo; todos sabemos que Running Wild es hoy en día simplemente Rock & Rolf. De la batería prefiero no hablar porque me suena a programada…

No hay intros históricas, comenzamos directamente con PIECE OF THE ACTION que consta de un preludio extraño, con el bajo en plan Rock y la voz de Rolf en un estilo ligero hasta que las guitarras entran en acción con mayor profundidad rescatando al oyente del susto inicial. El desarrollo del tema es rockero pero tiene bastante gancho y llegados al estribillo se despliega toda la magia con ese toque genuino que Rolf sabe dar. El solo de guitarra se ajusta a lo que el tema pide y derivará en un tramo más tranquilo, como el del principio. La canción está muy bien en líneas generales.

Vamos con la joya de verdad, los Running de siempre… RIDING ON THE TIDE. Ahora Henry Morgan debe sentirse orgulloso, temática pirata al canto y ese ritmo trepidante con estrofas y líneas de guitarra que te harán saltar desde el principio. Los registros vocales en los parámetros más acertados y el estribillo es de los históricos llevándote a rememorar mejores tiempos. Las guitarras dobladas son un gustazo para los oídos tras el solo de guitarra. Muy bien, sobresaliente.

Continuamos con otra composición contundente y mucho más rápida, I AM WHO I AM. Es aquí donde se empieza a denotar sobre todo ese enganche musical con “The Brotherhood” pero aún así, esto es una gozada. Mayor celeridad y el grupo comienza a despertar del todo con una cadencia intrincada y las guitarras con más empaque. También algunas connotaciones del “Victory” se dejan caer ante la llegada del solo de guitarra. Temazo impresionante, muy bien.

Y atención porque a partir de aquí… bajada en picado al sopor más absoluto. BLACK SHADOW es Hard Rock encaminado a los temas más aburridos del ya renombrado “The Brotherhood”. Rolf canta sin espíritu, sin ganas, la canción avanza con más pena que gloria en un ritmo insulso, sin personalidad. Ni siquiera el estribillo logra adquirir la categoría de clásico. Aburrida sin más.

Sonido de guitarra nada más encetar LOCOMOTIVE que evoca momentos muy lejanos de “Renegade” y de “Soulless” sólo en su primer tramo. Luego cogerá la misma tónica llena de monotonía con desarrollos muy parcos y carentes de contenido. Proseguimos en esa metodología Hard Rock sin que despunte algún elemento que llame la atención del oyente. Los riffs de guitarra aunque marcados no expresan la viveza necesaria ni reportan entusiasmo. Quizás si pudiéramos salvar algo, eso sería el solo de guitarra con algo más de ahínco pero poco más. Muy irregular.

¿Pero qué es esto?... alegría… como que Running Wild fueran los animadores del Rock & Roll universal. ME & THE BOYS es el giro más inesperado que puedan darte, la primera vez que escucho algo así en ellos. Voy a describirte el tema en pocas palabras; es una canción Rock simplona con el estribillo infantil a más no poder. Decisión muy arriesgada la de realizar intentonas tan alejadas musicalmente de tiempos pretéritos. Este tema para unos KISS viene de fábula pero ¿en Running Wild? ¿Habrán bebido más Ron de la cuenta el día anterior?. Conste que la lírica está muy bien y es una defensa de lo que Rolf lleva pensando en estas décadas.

SHADOWMAKER que da título al disco es una mera imitación de la canción “Detonator” que apareció en el 2002. Aún así, se consigue el efecto deseado y la composición desprende un halo de oscuridad bastante guapo. Los riffs vuelven a ser Running Wild y la estructura se desenvuelve en los patrones más primigenios del grupo. El extensísimo solo de guitarra tanto de Peter Jordan como de Rolf ofrecen una vertiente hodierna de la evolución que ha experimentado el grupo. Simplemente bien.

Ligeros vientos del “Pile Of Skulls” los que me trae SAILING FIRE por su modo de enfocar el sonido… no por la velocidad obviamente. La entrada del bajo sorprende gratamente para luego unir una melodía de guitarra que será la protagonista y que realza esta estupenda canción que sin ser una maravilla, tiene su encanto particular. Es ágil, dinámica y hasta el estribillo contiene un toque especial, sin que por ello llame la atención en un primer momento. Es de esas otras canciones típicas de Running Wild que gustarán porque suenan a clasicazo y por su temática pirata, en su línea.

Volvemos al Hard Rock aburrido y soporífero con INTO THE BLACK en otra toma que siendo un pelín más movida, no termina de enganchar con uno de los estribillos más aburridos en la historia del grupo. Los riffs de guitarra se parecen a otras miles de canciones sobrantes de sus tres disco anteriores. Es un tema de relleno se mire por donde se mire. Muy irregular.

Menos mal que cerramos el disco con otra de esas joyas que emocionan de principio a fin. Estamos ante una pieza monumental titulada DRACULA siendo la más extensa de todo el compacto. Con el tañido de las campanas mientras la tormenta arrecia, las primeras notas se dejan sentir hasta que el ritmo te mete de lleno en la historia de la canción. Un ritmo poderoso, bien llevado y que reconforta saber que no todo está perdido en los Running. Las estrofas ahora con personalidad dibujan un patrón encomiable y por fin… el doble bombo tan famoso otrora, retorna del mundo de los muertos. El estribillo con esa voz sibilina nombrando al magnífico empalador queda de maravilla en el contexto general de esta obra. Vaya acelerón en la parte más instrumental con las guitarras dobladas creando magia a cada nota. La lluvia y una guitarra melódica despedirán esta gran canción.


Buffffffffffff, si estabas esperando un “Death Or Glory”, “Black Hand Inn”, “Blazon Stone”, “Port Royal”, “Masquerade”…. lo llevas claro muchacho, lo llevas claro… nada queda de aquella época impresionante. Esto más bien es un proyecto rockero de Rolf que lo ha llamado Running Wild para que tenga más tirón a nivel mundial.

Rolf Kasparek es uno de los mejores músicos del mundo y lo digo bien alto para que se me escuche, pero creo que esta vez se ha equivocado y mucho. Las canciones que están bien tampoco te creas que superan a sus grandes clásicos, son estupendas porque las comparas con el resto de morralla que existe en este mismo compacto. Esperemos que para la próxima las cosas vayan a mejor aunque mucho me temo que el camino a seguir no sea el adecuado. Si vuelve a sacar otro disco de estudio será muy parecido a este “Shadowmaker” para desgracia de casi todos. ¿Pero hay alguien a quién le guste este álbum aparte de Rolf?.

Lo siento y lo lamento profundamente, este trabajo no merece un aprobado ni por asomo, por el contrario sí un suspenso como la copa de un pino. No se qué hacer ya para mejorar esta situación que lleva arrastrando Running Wild de unos años acá… invocar la Maldición de la Hermandad de la Costa… tal vez.



Listado de Temas:
  1. Piece Of The Action.
  2. Riding On the Tide.
  3. I Am Who I Am.
  4. Black Shadow.
  5. Locomotive.
  6. Me & The Boys.
  7. Shadowmaker.
  8. Sailing Fire.
  9. Into The Black.
  10. Dracula.
  
Formación:
Rock ‘n’ Rolf: Guitarra y Vocal - Peter Jordan: Guitarra.

Web Oficial:

Web en Castellano:



RUNNING WILD - Riding On The Tide