Hace algo más de 6 años comencé un proyecto ambicioso y con mucha determinación. Durante este tiempo, he vivido un sinfín de situaciones que me han llenado de satisfacción, gracias sobre todo a aquellos que me habéis apoyado y disfrutado con mis creaciones: ha sido verdaderamente emocionante. Estos años me han permitido conocer a una gran cantidad de gente que merece la pena y que son grandes profesionales, con los cuales es un verdadero placer trabajar. En este tiempo, he dado nombre a cada uno de los trabajos de Níobeth, poniendo mi alma en ello y volcando mi pasión en la música y las letras que los componen, en el diseño artístico, en el diseño web y en la gestión de muchos aspectos relacionados con las giras, la promoción, los lanzamientos en Japón y en Europa y la propia música, entre otros, cuidando cada detalle. La mayoría de los días de estos 6 años he dedicado más horas al grupo que a cualquier otra actividad, y ha sido verdaderamente satisfactorio. Hoy, la sensación es muy dolorosa al tener que anunciar el final de Níobeth.
No voy a entrar excesivamente en detalles. La situación interna en el grupo se volvió insostenible hace varios meses. Desde finales de verano, de manera repentina, empecé a sufrir ataques verbales, insultos y amenazas por parte de dos de mis compañeros de grupo; para mí, se hizo imposible reconocer en ellos a las personas con las que he compartido tantas cosas estos años. El diálogo no sirvió para solventar nada. Al contrario: el proceso se fue volviendo más áspero gradualmente, llegando incluso a la retención por su parte de fondos del grupo destinados a cubrir gastos de promoción y grabación, entre otros. Ante esta lamentable situación, la disolución del grupo ha sido la única salida, así como la cancelación de toda la gira. No ha sido una separación amistosa. La discográfica me pidió que continuara con Níobeth, pues poseo los derechos para ello, pero, dado que éste es un proyecto que Itea y yo comenzamos juntos, si no podemos seguirlo juntos, debe finalizar. Este punto y aparte supone un gran pesar, pero también un enorme alivio al poder terminar con la tensión y el malestar que había crecido durante estos meses entre nosotros.
Personalmente, me siento profundamente fascinado y emocionado por el apoyo y el cariño que he recibido de familiares, amigos, músicos y fans, tanto de gente cercana como de gente a la que casi no conozco en persona. Sois unas personas maravillosas. Gracias de todo corazón. La música es un sueño precioso para mí, que me permite expresarme de una manera única y especialmente íntima. Está dentro de mí, y plasmarla, crear, es una necesidad. Poder compartirla, un privilegio. Es por este motivo por el que voy a seguir adelante con nuevos proyectos que ya afronto con mucha ilusión y ganas.
Finalmente, quiero enviar un enorme agradecimiento a toda la gente que me ha apoyado y ayudado durante este tiempo: a los medios de prensa y radios, a los amigos, a los músicos colaboradores, a las instituciones, a las discográficas y a los fans y seguidores que tantas veces me habéis hecho sonreír con vuestro apoyo y vuestros comentarios, aplausos, abrazos, correos electrónicos y postales. Nos veremos muy pronto. Mientras tanto, no dejéis de pintar vuestros sueños con rayos de luna plateados.
Jesús
